By Salvatore Vuono/freedigitalphotos.net |
Para que un
gato se sienta bien debe poder expresar sus conductas naturales. Además de
cubrir las necesidades de comida y agua, el gato debe poder explorar su
entorno, marcar su territorio y jugar a perseguir objetos como si estuviera
cazando.
Por lo tanto
dentro de una vivienda debemos permitir que el gato desarrolle estas conductas
para conseguir que se sienta seguro y protegido en su territorio.
Vamos a ver cuáles
son las pautas básicas para conseguir nuestro objetivo.
RESPETAR SU NECESIDAD DE INDEPENDENCIA Y PRIVACIDAD
Aunque un
gato puede llegar a establecer un vínculo afectivo con la gente con la que
convive, gran parte de ellos conservan su espíritu original, independiente y
territorial.
La mayoría de
ellos tienen una tolerancia limitada al contacto y es por esta razón que no
debemos forzarlo a que permanezca a nuestro lado o acariciarlo más tiempo del
que él acepte. Es el gato el que debe decidir el grado de contacto social que va a tener con los propietarios. Es muy
importante no molestar al gato en sus momentos de tranquilidad y descanso.
NO CASTIGARLO
El castigo no
es un método que funcione en gatos, es más, está totalmente contraindicado. El
castigo puede generar estrés y también reacciones de miedo y agresividad hacia
las personas.
PROPORCIONAR UN ESPACIO TRIDIMENSIONAL
Todos los
felinos tienen tendencia a saltar y subir a lugares elevados. En estos lugares
ellos se sienten más seguros. Así los vemos encima del sofá, muebles, repisas y
superficies elevadas. Hay que permitir a nuestros gatos que puedan tener acceso
a zonas elevadas.
Son muy útiles las estructuras tridimensionales
en las que pueden trepar y descansar, muchas de ellas también disponen de un
rascador. Estas estructuras deben estar en la zona de descanso del gato que
suele ser el salón.
FAVORECER EL BUEN USO DE LA BANDEJA
Lo
recomendable es disponer de dos bandejas en diferentes lugares de la casa. Las
bandejas deben cumplir una serie de características:
• Colocarlas
en lugares de fácil acceso para el gato durante las 24 horas del día.
• El borde
debe ser bajo y lo suficientemente grande para que el gato se pueda dar la
vuelta sobre sí mismo.
• Son
preferibles las bandejas sin tapa y sin bordes, para ellos son más cómodas.
• El tipo de
arena ideal es la aglomerante no perfumada.
• Hay que
limpiarla cada día y sustituir totalmente la arena 1 vez por semana.
ADMINISTRAR UNA DIETA ADECUADA
Una buena
dieta depende del producto y de la manera en que se da este producto.
Es
recomendable dar una parte de pienso seco y una parte de comida húmeda ya que
esto va a prevenir a nuestro gato de la aparición de enfermedades de las vías
urinarias.
Siempre debe
estar disponible un recipiente con alimento seco a no ser que haya que realizar una pauta distinta por
indicación de nuestro veterinario.
Para
estimular la conducta de búsqueda de alimento, la dieta húmeda se puede
administrar de distintas maneras: dividir la toma en porciones, esconder
trocitos en algún lugar de manera que tenga que buscarlos.
GARANTIZAR UN ADECUADO CONSUMO DE AGUA
Los gatos que
se alimentan a base de presas y de pienso húmedo tienen un aporte de agua
suficiente, pero muchos de los gatos que viven en nuestras casas se alimentan a
base de pienso seco deben compensarla falta de líquido bebiendo agua. Por lo tanto en estos casos hay que estimular
el consumo de agua de diferentes maneras:
• Colocar más
de un bebedero
• El bebedero
debe ser ancho y contener suficiente agua para que los bigotes no rocen las
paredes del recipiente.
• El agua
debe ser renovada una o dos veces al día
• Dar agua
directamente del grifo les estimula mucho a beber. En el mercado también hay
fuentes que promueven el consumo.
DEBEN PODER MARCAR EL TERRITORIO CON LAS GARRAS
El rascado en
los gatos es una conducta natural y debe poder realizarla. Esta conducta tiene
una serie de objetivos:
• Depositar
marcas olfativas y visuales en su territorio
• Acondicionar
las garras
• Estirar y tonificar
la musculatura, sobre todo después del descanso
Para que
pueda realizar esta conducta el gato debe disponer de un rascador con unas
características determinadas y colocado en un lugar adecuado. Si no lo hacemos
así, el gato buscará zonas alternativas inadecuadas como muebles, cortinas o
puertas. Un rascador
adecuado debe tener las siguientes características:
• Estar
situado en la zona de descanso
• La
superficie de rascado debe ser vertical
• El rascador
ha de ser totalmente estable, si se mueve puede ser que dejen de utilizarlo.
• La
superficie de rascado debe ser atractiva para el gato. Normalmente son de
cuerda o esparto con las tiras orientadas en dirección vertical.
SATISFACER LAS NECESIDADES DE JUEGO Y EXPLORACIÓN
El gato tiene una necesidad de juego y
exploración sobre todo durante los primeros meses de vida. El juego ideal es
lanzar bolas de papel o juguetes diseñados especialmente para ellos. Hay que
evitar jugar directamente con las manos o los pies, porque cuando vean una mano
o un pie que se mueve se lanzarán sobre él como si fuera una presa.
Se recomienda
jugar una o dos veces al día durante unos 15 minutos. Podemos
conseguir que nuestro gato juegue solo a través de juguetes interactivos a
través de los cuales el gato puede conseguir alimento.
Estos juguetes se venden en centros veterinarios o tiendas especializdas.

Estos juguetes se venden en centros veterinarios o tiendas especializdas.
EVITAR MODIFICAR EL ENTORNO DEL GATO
Los gatos son
muy sensibles a la modificación del entorno donde viven. Es por esta razón que
en caso de tener que ausentarnos unos días, es mejor dejar el gato en casa y
que alguien se encargue de ponerle comida y agua que llevarnos al gato con
nosotros. Cualquier modificación del ambiente como la introducción de un nuevo
gato, la llegada de un bebé, un traslado, son factores que pueden estresar a
nuestro gato. De manera que sería
recomendable en cualquiera de estos casos, consultar a nuestro veterinario para saber las pautas de conducta que hay que
seguir.
RECONOCER CUANDO NUESTRO GATO NO ESTÁ BIEN
La presencia
de alguna enfermedad, modificaciones en el ambiente, cualquier cambio en los
hábitos puede provocar una modificación de conducta en nuestro gato.
En cualquiera
de estos casos debemos consultar con nuestro veterinario porque puede ser que el
gato no se sienta bien:
• Parece
menos activo
• Tiene menos
ganas de jugar
• Pide
caricias con menos frecuencia
• Se muestra
irritable
• Orina
defeca fuera de la caja de arena
• Come menos
o deja de comer
• El pelaje
se ve sucio
• Presenta
zonas del cuerpo sin pelo
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